Soy Ingeniera Mecánica Electricista egresada de la UNAM campus FES Cuautitlán ubicado en el Estado de México, a pesar de estar bastante lejos de mi casa no dude nunca el poder terminar la carrera, la cuál la estudie por tratar de cumplirle un sueño a mi padre (él sin saberlo, aunque después de 21 años se lo comente) pero en realidad yo quería ser maestra o Ingeniero Químico pero la maestra de Química de preparatoria me quito esa ilusión después de ridiculizarme delante de mis compañeros y decirme que si no me sabía los elementos químicos sería un total fracaso como profesionista. Ese día le dije (dentro de mi) de lo que se iba a morir y no dude en cambian mi pase automático a ingeniería mecánica y eléctrica. Mucho tiempo estuve rencorosa de las observaciones que me hizo esa maestra pero actualmente y desde hace tiempo se lo agradezco porque la vida me permitió cumplir con dos cosas que me llenan de satisfacción y a mi familia ser ingeniero y ser a la vez maestra.
Me inicie como maestra por mera coincidencia hace 18 años ya que mi hijo tenía un año y regresábamos mi esposo y yo de estar en el programa de credencialización del IFE (la primera credencial naranja, ¿se acuerdan de ella?) y éramos encargados de un municipio cada quién en el Estado de México por lo que tuvimos que cambiar de lugar de residencia casi 6 meses pero era un trabajo por proyecto y se termino, empecé a buscar en la industria pero hace tanto tiempo era casi imposible que en la industria te aceptaran por ser mujer ya que es y estaba considerada como una profesión de “hombres” y no era bien visto el que una “mujer” llegara a dar ordenes por lo que me sugirieron buscara como maestro y entre a una preparatoria como Laboratorista, en la que estuve por 2 años, posteriormente me salí y llegue a una secundaria y ahí labore 12 años a la par de entrar al CETIS, posteriormente llegue a la preparatoria donde laboro actualmente y continuo en el CETIS.
Cuando empecé a trabajar me fue difícil porque al entregarte los programas y tener que cubrir las actividades y tratar a los alumnos fue un paso verdaderamente que me costo poderlo cumplir ya que era yo muy tímida para hablar y me costo trabajo, actualmente no me paran la boca (jajaja).
Creo que como estas en la parte formativa de los alumnos recibes todo lo que les das a ellos, muchas veces sacrificando a tu familia porque nuestro trabajo no se acaba en casa. Pero estoy muy contenta con mi trabajo, el contacto con los muchachos siento que nos rejuvenece y nos robamos todos los días un poco de su juventud y que a veces nos hace comportarnos como ellos pero sobre todo comprenderlos.
Mi nivel preferido de trabajo es el del bachillerato porque en secundaria todavía son muy dependientes de uno y de sus papas pero de todas maneras me gusta. El bachillerato me ha permitido comprender a mi hijo mayor y a la vez estar al nivel de mis alumnos en cuanto a gustos y preferencia digo nivel aunque no comparto mucho de ellos pero me permite desarrollar una charla o involucrarme con los avances tecnológicos para relacionarlos con mi materia (Física)
Todos los días de una manera u otra recibo el cariño de los muchachos, claro no soy monedita de oro y no les puedo caer bien a todos pero ello no me impide gracias a Dios darle un trato igual y separar una cosa con otra, mientras ellos cumplan no hay problema.
Muchos de mis ex alumnos me escriben a través de la computadora o de repente me los encuentro en la calle y me saludan, lo cual es gratificante pero sobre todo recibo el reconocimiento para la impartición de mi clase y la mayoría de ellos se encuentran contentos de sus evaluaciones y desenvolvimiento.
Desgraciadamente nos encontramos con esos negritos en el arroz los cuales nos quieren seguir normas de trabajo y piensan que la “corrupción somos todos” y no se dan cuenta del daño que se están haciendo y que le hacen al país, alumnos que están acostumbrados a recibir calificaciones sin el menor esfuerzo posible y que piensan que eso no es corrupción y que se admiran del lugar que ocupamos internacionalmente pero al paso del tiempo se tendrán que dar cuenta del error porque en la vida real no se puede seguir haciendo.
Dicen algunos compañeros, apruébalos al fin la vida los va a reprobar, pero creo que eso no es así y no nos debemos de conformar en actuar de esa forma. Desgraciadamente a pesar de que son pocos los casos siempre son molestos.
Pero como dicen por ahí:
LA VIDA VA. . .
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